30 de diciembre de 2011

El arte del Bonsai - parte 1

Hace ya dos años y medio recibimos como donación unos Bonsais para el sostenimiento de este proyecto.

Estuvimos aprendiendo cada año a realizar el mantenimiento de los mismos, que no es excesivamente complicado, pero si requiere estar atento a la época oportuna para hacerlo de modo que el árbol sufra lo menos posible.

Lo primero que queremos desterrar es un viejo mito que escuchamos en nuestras familias y amigos: No me gustan los Bonsais porque sufren mucho.  Sin dudas todo ser vivo sufre las circunstancias de la vida y cómo podría decirse que unos sufren mas que otros.  Para que comprendamos que un Bonsai no sufre menos que cualquier planta común, si este es bien cuidado, como más adelante explicaremos, puede ser el árbol de su especie con más años que en condiciones en las cuales no se lo cuide.

Probablemente habrán visto un Eucaliptus a la orilla de la ruta.  Las condiciones en las que ese árbol crece, se desarrolla, se reproduce, etc... son mucho más extremas que las que sufre un Bonsai Eucalíptus que es regado casi todos los días, que es protegido de las sequías o vientos uracanados.

En segundo lugar hay que decir que los Bonsais existen en la naturaleza sin la intervención del hombre.  ¿En qué lugares?  En las altas montañas del Himalaya.

Quien nos donó sus bonsais e hizo la gran mayoría de los que ahora tenemos nos dijo que el secreto del Bonsai es "la fuerza de gravedad".  Ella es la que moviliza a la savia en los vasos capilares de la corteza y tronco.  Si el tronco está vertical, la savia baja y sube con rapidéz empujando tanto a raíces y ramas a crecer más rápidamente, en cambio si el tronco está horizontal o algo inclinado, la savia corre más lentamente, el crecimiento es menor en longitud.

Si pensamos bien lo que nos decía, podemos comprender que en las altas montañas del himalaya, donde hay menor presión atmosférica, menor fuerza de gravedad, las condiciones de expansión de las raíces están limitadas por la roca y el frío por la noche hacen que un árbol se transforme naturalmente en Bonsai.

Lo que hacemos los hombres es imitar lo que ya existe en la naturaleza, reproducir esas condiciones hasta donde podemos y así obtener una verdadera obra de arte, que es un Bonsai.

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